lunes, 9 de febrero de 2009

racing portuense


El sábado, a la hora de comer, el autobús del Racing Portuense (Segunda B, grupo IV) iniciaba el camino desde el Puerto de Santa María (Cádiz) hasta El Ejido (Almería). Casi seis horas de camino para un equipo que sólo ha cobrado media nómina, la de agosto, y que perdió (4-2) contra el Polideportivo Ejido. El anterior propietario del equipo, un constructor que atiende por Manuel Lores, se marchó durante el verano poniendo como excusa que el proyecto inmobiliario que tenía apalabrado con el Ayuntamiento no iba a llevarse a cabo. «Y te engañan, y vienes aquí con una serie de promesas y te ves a 1.000 kilómetros de la familia, sin cobrar un duro y con un futuro feo». Habla el portero, Manu Taranilla, él es de León y hasta Cádiz se marchó con la esperanza de un buen contrato.
Hoy no tiene 26.000 euros, una parte de los 600.000 que el club debe a la plantilla. «Mi mujer y yo nos hemos puesto como límite gastarnos 1.000 euros al mes, que salen de los ahorros que tengo», prosigue Manu, que ha tenido la suerte de poder vender, sin perder dinero, el piso que tenía en León. Sin embargo, paga 625 euros de alquiler, más agua, luz, gas, comida... La comida. «Me recorro cuatro supermercados para hacer la compra. En Carrefour compro unas cosas, en Mercadona otras, en Dia otras y en el Supersol otras. Todo con tal de ahorrar», explica.
Asiente el capitán, Manolo Sanlúcar, ex jugador del Ciudad de Murcia, Xerez o Alcalá de Guadaira. «Hay compañeros a los que sus caseros han echado del piso», cuenta, y habla de Nacho Garrido, incapaz de hacer frente a los pagos mensuales. Hay futbolistas a los que les deben 115.000 euros, contando con el débito del curso pasado, alargado durante cinco meses. A Sanlúcar la situación también le afecta. «Tenía previsto ir con mi hijo de siete años al Bernabéu para ver el Real Madrid-Liverpool, pero hemos tenido que aplazar el viaje. En otra ocasión verá un partido de la Champions». Ninguno de ellos saben, desde hace meses, lo que es ir a cenar con la pareja. «Nos quedamos en casa, que es más barato», cierra el capitán, entretenido en mitad de una partida de cartas –y va perdiendo–.

1 comentario:

eugenio dijo...

Éso les pasa a muchos equuipos de fútbol, y a otros muchos deportistas que cuentan con pocos apoyos económicos.

Ahora que, aquí sale a la luz por la crisis exonómica y porque salen en gayumbos.

Esto es noticia de clase?